Enrique J. Díez Gutiérrez
Juan R. Rodríguez Fernández
La “polis” secuestrada. Propuestas para una ciudad educadora. Gijón, Ediciones Trea, 2018.
El largo proceso de transformación del capitalismo, desde la derrota del llamado Estado de Bienestar y el triunfo del Neoliberalismo, ha ido sedimentando discursos sobre nuestra vida cotidiana con efectos nefastos sobre la misma. El libro que ahora comento tiene la virtud de ayudarnos a analizar esos discursos y comprender sus efectos. Pero también, como buen libro militante, sugiere propuestas culturales y políticas para desarrollar una convivencia social con alternativas a la colonización neoliberal.
Organizado en dos partes, en la primera se dedica un primer capítulo a analizar la conformación del discurso neoliberal, las formas de colonización ideológica y cultural, y el modo en que ello genera una forma de comprender y concebir la vida y las relaciones sociales, así como un tipo de subjetividad determinado, un nuevo “sujeto neoliberal”. En los siguientes capítulos se muestran las consecuencias sociales, medioambientales, y educativas, pero también, de un modo relevante, los modos en que las políticas neoliberales van conformando nuevas formas de entender la arquitectura, los espacios y tiempos, y las practicas económicas y culturales de la ciudad contemporánea. Aquella polis nacida para el encuentro y el intercambio se muestra hoy descarnadamente organizada para la rentabilidad y el urbanismo muestra su rostro más hostil al ciudadano y más solidario con la privatización, la prisa, el automóvil y el hiperconsumo.
La segunda parte del libro bajo el título “Propuestas para una polis basada en la convivencia y la solidaridad” se organiza en cuatro bien elaborados capítulos en los que a partir de nuevas formas de entender un estilo de vida justo, responsable y solidario, se sugieren políticas para la redistribución de la riqueza, formas de profundización en la democracia participativa, propuestas de educación pública al servicio de la ciudadanía con curricula más enraizados en la vida y experiencias cotidianas del sujeto. Finalmente, se hacen propuestas de reordenación del espacio público y la arquitectura para la ciudadanía, con análisis sobre el decrecimiento, las liberalización de espacios privatizados, la soberanía alimentaria o el consumo responsable y los ecoimpuestos, una reforma fiscal ecológica que encarezca rigurosamente el consumo de recursos agotables.
Con una clara y bien cuidada escritura los autores sostienen las trecientas páginas del libro con una extensa y actualizada base bibliográfica. Un libro, por tanto, indispensable para ayudarnos a pensar sobre un concepto –neoliberalismo- traído y llevado no siempre con el rigor y profundidad que exige su análisis. Un libro, por otra parte, que tiene a mi modo de ver la particular virtud de poner en relación la ciudad con la educación, mostrando por una parte que el debate sobre el curriculum escolar es de una clara urgencia social y cultural si lo queremos liberar de la colonización neoliberal. Pero por otra parte, argumentando el modo en que la ciudad se convierte en otra forma de curriculum que confiere identidad y subjetivación también desde el discurso de esas nuevas formas de capitalismo, y por tanto debe ser igualmente otro debate de urgencia.
Jaume Martínez Bonafé
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